Miedo

El viento se deslizaba entre su morena melena mientras corría, sin mirar atrás, como tantas veces había hecho, pero por mucho que intentara huir esta vez no podría.

No era una persona normal y eso se descubría en cuanto la conocías. Poseía un encanto natural que no dudaba en usar con los hombres que la asaltaban continuamente, pero ella no estaba interesado en ellos, solo le gustaba jugar con ellos como si fuesen cachorros. No le gustaba echar raíces en ningún lugar, la gustaba sentirse libre y por eso no dejaba de vagar de un lugar a otro, pero esta vez no fue así,

Llegó el a su vida, como otro cualquiera, solo que el no lo era. Empezó siendo un juego como otras tantas veces, pero ella fue victima de su propia trampa. Cuando se quiso dar cuenta era demasiado tarde, estaba muy confusa. Jamas le había pasado esto con ningún otro hombre y eso le daba mucho miedo, mas de lo que nunca seria capaz de reconocer, miedo a no volver a sentirse libre, miedo de tener una vida corriente, miedo a enamorarse...

Por eso empezó a correr, sin mirar atrás, como tantas veces había hecho, pero esta vez tenia un motivo. ¿Su nombre? Gonzalo, el Príncipe de la Dulce Pena.



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