The last drag

Se me había hecho tarde y ya había oscurecido por lo que tendría que recorrer las calles de esta maldita ciudad evitando todos sus peligros.

Sentía que alguien me seguía así que decidí  acelerar el paso, pero el perseguidor no se dio por vencido, por lo que eche a correr sin lograr mejor resultado ya que notaba su aliento  cada vez  mas cercano.

Después de una interminable persecución por incontables callejones parecía que  había logrado darle esquinazo por lo que me encendí un cigarro para calmar los nervios. Fue entonces cuando me percate de que luz de la farola en la que estaba apoyado no reflejaba mi sombra. Fue entonces cuando me entró el pánico porque era imposible... De repente un crujido al final de la calle me alertó y allí la vi... mi sombra...

Era la sombra más grande que había contemplado en mi vida y con cada paso que daba se alargaba  mas y mas... parecía no tener fin... Intente huir pero lo único que conseguí fue resbalarme y caer sobre el frió asfalto.
Fue entonces cuando la escuche... un enorme estruendo que se asemejaba a una carcajada que emitió mi sombra.

-Ya era hora, pensaba que te había perdido.- rugió la sombra.

Estaba paralizado por el miedo y no conseguía articular ni una sola palabra.

- Como sois los humanos, os asustáis por cualquier cosa y eso que aun no has visto ni sentido nada.

-¿Qu-e-e qui-ieres de-e mi?- Le conteste tartamudeando.

-JAJAJAJAJJA solo algo muy pequeñito.- Entonces la sombra fue encogiendose y se acercó hasta donde estaba tirado en el suelo y me susurro algo al oido...

-Tu alma.- En aquel instante la sombra volvió a su tamaño previo y me engulló.

En la calle solo quedó un cigarro a medio acabar como único testigo....