Soñador

El príncipe un dia fue persona. Esa clase de persona que anteponía el amor a la realidad. Pensaba que el amor podría solucionar todo sus problemas, pero que equivocado estaba.

El príncipe por aquel entonces era un simple joven, que apenas destacaba por encima de los demás, pero lo que no se esperaba el futuro príncipe es que con una simple mirada podía cambiar toda tu vida

Una cálida madrugaba se encontraba recorriendo las calles de Madrid cuando algo destacó por encima de cualquier cosa... una mirada que alumbraba las aun oscuras calles. Vaya mirada tenia la chica. Puede que no fuesen los ojos más bonitos que hubiese visto pero tenían algo en especial y ese algo embrujo al joven. Era una chica guapa, morena, con una melena preciosa y como no una mirada hechizante.

Alfredo, nuestro pequeño príncipe, intercambio una mirada furtiva con la joven, su nombre era Lucia aunque el no lo sabía aun.

En el momento en el que se cruzaron las miradas el destino quiso que se iniciase el principio de una larga y complicada historia de amor, que acabaría con el joven Alfredo convertido en lo que es ahora... lo que soy... El Príncipe de la Dulce Pena.



¿El resto de la historia? Esta en la memoria de un príncipe atormentado que le produce demasiado dolor recordarlo todo de golpe.